La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) convocó este sábado al gobierno de Daniel Ortega y a la oposición a reanudar el lunes el diálogo para discutir la propuesta de adelantar las elecciones de 2021 a marzo de 2019.

"Convocamos a las mesas de trabajo para el día lunes (...) para que inicien a trabajar sobre el índice que hemos propuesto", anunció la Iglesia en un comunicado, emitido previo a un ataque de policías y paramilitares que se produce este sábado en la principal universidad del país, en Managua.

En la declaración, los obispos afirman que "es imprescindible" que en la sesión de lunes el presidente Ortega "nos comunique oficial y formalmente su aceptación a la propuesta que recogiendo los sentimientos de la inmensa mayoría de los nicaragüenses le presentamos el 7 de junio sobre las elecciones generales anticipadas para marzo de 2019".

La jerarquía católica, que media el diálogo desde mayo, propuso a Ortega anticipar los comicios generales como salida a la grave crisis que vive Nicaragua por la violenta represión que el gobierno ha ejercido contra las protestas que estallaron el pasado 18 de abril, y que dejan unos 200 muertos, según organismos de derechos humanos.

El mandatario, un exguerrillero de 72 años que está en el poder desde hace 11 años, no ha respondido a la iniciativa de los obispos, pero ha manifestado su disposición de trabajar por la democratización del país.

La respuesta del presidente "nos permitirá indudablemente continuar de forma ágil y concreta con las sesiones de trabajo y la plenaria del diálogo nacional, con el apoyo nacional e internacional que la ruta democrática y el diálogo como tal ha obtenido", señaló la jerarquía católica.

Las conversaciones entre el gobierno y la opositora Alianza Cívica, integrada por grupos de la sociedad civil, fueron suspendidas nuevamente el pasado lunes debido a que el Ejecutivo no había invitado a organismos internacionales de derechos humanos a investigar los hechos de violencia.

El pasado miércoles, el gobierno accedió finalmente permitir el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que diera seguimiento a la visita que realizó en mayo a Nicaragua, así como al alto comisionado de derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU) y a expertos de la Unión Europea (UE).

"Nuestro agradecimiento a la comunidad internacional que acompaña a los nicaragüenses en su lucha por la justicia, la paz, la libertad, y la democratización de nuestra patria", expresaron los obispos en el comunicado.

El informe final presentado el viernes por la CIDH ante el Consejo Permanente de la OEA indica que al menos 212 personas han muerto en Nicaragua hasta el 20 de junio por la represión a las protestas antigubernamentales.